Veinte programas... no son nada...

... que decía el bolero o el tango, aquel. ¿O eran veinte años? Bueno, da igual. Además, no se trata de los que ya llevamos, sino de los que nos quedan por delante. Y puede pensarse que no, pero hemos avanzado, y mucho. ¿No me creéis? Pues tan sólo por lo que se refiere al blog, los números cantan más que Pavarotti (que en paz descanse)

Como veis, muy poco a poco, pero sin descanso, los visitantes aumentan, igual que la audiencia del programa todas las semanas, (sin cifras escandalosas, supongo, pero siempre hacia arriba). Y ya que estamos en plan alegría y echar la vista atrás y toda la mandanga... me voy a permitir un par de lujos, hombre. El primero es contaros de primera mano como empezó un servidor en esta especie de locura.

Imagino que se notará a través de la pantalla, pero por si acaso, os lo reafirmo: todos nos llevamos muy bien fuera del programa. Personalmente, conozco a los hermanos Lorenzo, desde hace un montón de años. Al Félix no tantos, (tan sólo de coincidir en algunas ruedas de prensa, de verlo por la tele, etc.), aunque pronto hubo buenas migas (es demasiado buena gente para otra cosa). Total, que un día, charlando (más bien riéndonos, como siempre) con los Lorenzo Bros. y hablando de mil cosas y de ninguna al mismo tiempo, me puse en plan teatrero a lanzar un speech que ni el mismísimo Shakespeare, sobre el libro que estaba leyendo en aquel momento y que llevaba encima. Después de secarse las lágrimas (de risa, espero), Carlos me miro un poco más serio y me dijo: "Esto que acabas de hacer...¿te atreves a hacerlo delante de la cámara para la TV?" Entonces me contó que Félix y él estaban planeando reencontrarse en la pequeña pantalla con un proyecto gestionado por ellos mismos para Canal 4, me explicó los detalles y, después de pensármelo unos...dos segundos... dije que sí, obviamente. Desempolvé mi biblioteca. Y es que todos los libros de los que hablo en el programa son míos, carezco de patrocinio (valga como aviso para navegantes) y, después de hacer una pequeña lista... ya tenía sección en el "Buenas Noches".

Poco después empezó lo bueno de verdad: pulir la sección, las noticias de Brito, el conocer al resto del equipo, las risas antes, durante y después del programa con Fernando, Javi, Arantxa... con todos. Conocer a muchos espectadores que van a visitarnos, montar el blog, compartir ideas... Efectivamente, no veo un Euro por participar y ME DA EXACTAMENTE LO MISMO. Para mí, el programa y el Trastevere es como quedar con los colegas a tomar unas cañas y echar un rato, conocer gente nueva (porque detrás de las pantallas espero tener algún amigo, también) y aprender de todos ellos. Pasarlo bien y hablar de las cosas que me gustan, recomendar libros que me encantaría que la gente leyera, hablar de lo divino y de lo humano... Y así, hasta hoy (y los días que nos queden). Otro día os contaré más cosas: la vergüenza que me da que me reconozcan por la calle, las charlas de libros con Félix (que se las da como que no lee, pero no es verdad), la cantidad de secciones que podrían salir de las charlas que tenemos fuera de cámara... pero eso será otro día.

El último lujo que me permito es contaros algo que no sabréis nunca por ninguno de los del equipo, porque son demasiado modestos (espero que no se enfaden por contarlo, porque no les he consultado). El programa se monta ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE gracias al esfuerzo de toda esta gente y a la amabilidad de nuestros patrocinadores. Todos ellos compatibilizan sus trabajos respectivos con el programa, casi siempre poniendo en juego su propio dinero, los materiales, los equipos, su tiempo, haga bueno o malo, con ganas o sin ellas... todas las semanas están ahí, sin una mala cara, sin un mal gesto, preocupados porque todos estemos a gusto y dándonos las gracias una y mil veces, cuando debería ser al revés. Y es que esto es así, amiguitos. Esta es la tele que hacemos: nada de cifras millonarias ni frivolidades. Cuatro amigos, cachondeo, mucha cara dura y muchas ganas. Y de momento, no nos va tan mal. ¡¡Que tiemblen las grandes cadenas, que nos asentamos en la parrilla!!

Brito